martes, enero 23, 2007

Un mundo nos vigila


Anteayer por la tarde, justo antes de que la infame noche cayera con su peso de estrellas, vi un espejismo a mi rededor. Un objeto extraño en su material, pero semejante en sus formas, un casi-espejo sin la plata coloide de su reflejo.
Debo confesar que me sorprendí en exceso al verlo, al verle o al ver ese objeto que tanto me recordaba al futuro en el presente.
Después de muchos intentos y de seguirlo por callejones y vecindades de Tlalpan, logre tomarle una fotografía. Una ridiculez comparada con el mundo del video, pero es mi testimonio de que existen otros seres en el universo. Muchos, tan inauditos como los simples reflejos de luz o insectos dirigidos expresamente por mentes extraterrestes malvadas, con el fin de llenarnos de asco y recelo contra los otros verdaderos insectos. ¿Quién dudaría que una cucaracha es mala? pero si sólo es el némesis del terror que esconde esta ciudad que fastidia a instantes, con esa sútil maldad.
Si todos tememos a las cucarachas-robot-dirigidas, pero pocos las enfrentamos. No espero sus risas ni su despecho, espero que se unan a mí en la desmitificación del mundo externo.
Yo merol

1 comentario:

María Tabares dijo...

Nadie diría que estas bloqueado frente al escribir.
Están chevere los textos, se sienten libres de la imgianción, como tu gente. Esa para la cual trabajas de sol a sol.
Te quiero mucho mi querido Ricardo Saraccocus

María Tabares