sábado, enero 27, 2007

Trabajitos


Se quería escapar, huir, nos tenía un miedo bárbaro desde que lo sacamos a rastras de su casa. Había pedido 3 mil de los verdes al jefe y llevaba una semana de retraso. Gritaba como chiquilla, puro berrido, no se callaba, ni después de darle tres golpes con la mano empuñada en su hocico grande, de perro. Seguro creía que iba a engañarnos, pobre tonto ¿Qué irá a hacer ahora sin su mano derecha? Ya lo averiguará. Se desmayó del dolor, eso dio tiempo de llevarlo de regreso a su casa, y dejarlo junto a la puerta como un borracho. Regresaremos en una semana, ahora la deuda es de tres mil quinientos, Se lo dijimos entre sus gritos antes de desfallecer.

Todavía no amanece, da tiempo de llegar a la siguiente dirección, el otro tipo al que buscamos pidió diez pacas de la blanca y lleva un mes sin contestarnos, sospecho que no le va ir bien, nada bien.

No hay comentarios.: