lunes, marzo 05, 2007

COLMILLOS 2a PARTE


Imagina una niña aterrada del susto - seguía la abuela- me quedé quietecita. Ella se acercó lentamente, deslizandose por el suelo hasta llegar a mi lado y clavarme esa mirada festiva. Yo estaba inmóvil cuando ella sonrio, sus dientes eran perfectos, blancos y alineados a excepción del colmillo izquierdo que estaba chueco. Le devolví la sonrisa mientras me lanzaba a sus píes a rogarle por mi madre. Creí que me iba a patear o a dejar tiesa como los criados.
Al terminar la historia de mi madre, sólo movía su cabeza en forma de asentimiento. Ya lo sabía - contesto con una voz gruesa - me lo dijeron los criados. Vamos, pero te va a costar. Rápido saqué los dos pesos de oro y se los dí, los vio con desdén y río a carcajadas. - Toma niña - dijo mientras me los devolvía -, no me refiero a eso. ¿Entonces? - le pregunté -. Volvío a sonreír mientras me tomaba de la mano. No temas, no temas -decía cómo para sí-. Mi madre a los dos días sanó de esas fiebres y se mantuvo hasta los 85 años lúcida.
Mi abuela sonrío. Ahora entiendo por qué le falta el colmillo izquierdo.

1 comentario:

María Tabares dijo...

Se me va el sentidooo, buuuuuuuuuuuuuuuuu